Las prisas, el trabajo, los cambios a nivel profesional o personal, las aglomeraciones y, sí, el tráfico. Todos son elementos que acaban por generar un gran estrés. Un estado de alteración que, por desgracia, es cada vez más frecuente en nuestras vidas (y motivo de más de una visita a talleres).
No es algo para tomarse a la ligera; el estrés es peligroso siempre. Y este “siempre” también incluyeel tiempo en el que estás al volante. Porque la relación entre conducción y estrés es, además, bidireccional:
– El estrés que sufres por tus circunstancias personales influye en tu forma de conducir, incidiendo directamente sobre la probabilidad de sufrir y/o provocar un accidente.
– El propio tráfico, con los atascos a la cabeza, generan a su vez más estrés.
La mítica “pescadilla que se muerde la cola”.
¿Qué hago entonces?
Aquí te ofrecemos una serie de recomendaciones a tener en cuenta para tratar de atenuar algunos de los efectos del estrés al volante:
1. Previsión: antes de que nos topemos con el atasco y aparezca el estrés, pregúntate: ¿podría evitarlo si salgo antes? ¿Y si busco una ruta alternativa? Salir con tiempo puede ayudarte a evitar imprevistos (como accidentes). Y haz cálculos, porque puede que la ruta alternativa que supone unos kilómetros más te ahorren no solo disgustos, sino también combustible, y más si vas en un híbrido, claro.
Además, conducir uncoche híbrido ayuda a gestionar el estrés y ¡mucho! ¿Que por qué? Un atasco es más llevadero montado en tu Toyota al librarte de parte de las preocupaciones y molestias de la conducción:
¿Cuánto estarás consumiendo? Casi nada, gracias al motor eléctrico.
¿Y los tirones? Inexistentes, especialmente gracias al cambio e-CVT.
2. Entretenimiento: no hay mejor momento para echar mano de tu flamante sistema multimedia Toyota Touch2 que ahora. Sincroniza el móvil y aprovecha para llamar a tu madre con el manos libres, que luego nunca sacas tiempo, o reproduce esas clases de inglés que te descargaste en el móvil y que puedes escuchar desde el coche. ¿El atasco es diario? Una clase por día (que no por atasco) y a final de año seguro que lo acabas hasta agradeciendo.
3. “Lo que te molesta a ti, no lo hagas tú”: es un consejo de abuela, y ellas sí que son sabias. Pitar, cambiar continuamente de carril, dar las largas… Todo eso molesta, estresa y, además, no sirve para nada. Tanto la calma como el estrés son contagiosos, incluso de un coche a otro. Da ejemplo.
4. ¡Juega! Si vas acompañado, saca tu lado más infantil. Especialmente si el primer trayecto del día es al colegio. Aquí te dejamos 5 juegos que no necesitan de teléfonos, ni tabletas, ni ordenadores… Los de siempre, para todos.
5. Acéptalo, relájate y cuando salgas del coche… se acabó: vayamos a la parte más espiritual: ¿de qué sirve enfadarse, gritar, ponerse tenso, maldecir, gesticular al de al lado o al de delante…? Correcto: DE NADA.
No vas a ir más rápido, no se van a quitar los coches, no vas a llegar antes… Si te ha tocado un atasco, trata de respirar profundamente y aceptarlo, es parte de nuestra vida de hoy día. Y cuando llegues a casa, o al trabajo, deja el enfado en el coche, no lo lleves contigo. Tu pareja, tu amigo, tu familia o tus compañeros de trabajo no tienen que pagarlo. Así que: OLVÍDALO. Ya pasó, ahora seguro que tienes cosas mucho más interesantes y divertidas en las que centrarte.
Toyota te da la máxima seguridad para ti y tu familia
Y no te olvides que con un híbrido de Toyota el estrés al volante es casi inexistente. Ven a probarlos a tu concesionario en Sevilla, Toyota Hispaljarafe.