El sueño de todo conductor es tener el coche perfecto sin averías, pero con el tiempo aparecen los primeros fallos y reparaciones. Para alargar la vida de los vehículos, sigue estos consejos, además de los cuidados básicos indicados por el fabricante, y sacarás el máximo rendimiento a tu coche previniendo las costosas reparaciones.
Evita los viajes cortos:
Al igual que el frío y las revoluciones, los viajes cortos también impiden que el coche alcance la temperatura idónea para su funcionamiento. El agua que forma parte del sistema de combustión del motor, se transforma en vapor y sale a través de los sistemas de ventilación o tubo de escape. Cuando el coche no alcanza la temperatura necesaria, el agua permanece en el tubo de escape, convirtiéndose en óxido dañando las partes internas.
Presta atención a los líquidos y neumáticos:
Vigila los niveles de aceite y anticongelante. Esta labor no te llevará mucho tiempo y evitarás las costosas averías que ocasionan estas piezas. Normalmente los vehículos alertan sobre la falta de estos líquidos. Si tu coche no dispone de este aviso, es aconsejable que realices revisiones asiduamente.
Por otro lado, es fundamental que las ruedas del coche tengan la presión adecuada. Un truco ideal para mantener su duración consiste en rotar los neumáticos cada 20.000 kilómetros, de esta forma se gastarán a la vez y mejorará la conducción.
Cuidado con la correa de distribución:
Una de las razones por la que gran parte de los coches terminan en el desguace se debe a la correa de distribución. Para impedir la rotura de la correa de distribución es aconsejable cambiar la pieza, aunque tenga un coste elevado y, también es recomendable cambiar a la vez la bomba de agua. Esta reparación hará que te olvides de problemas durante los próximos cuatro años.
Limpia el coche con frecuencia:
La limpieza del coche también te ayudará a alargar su duración. Entre las principales razones para lavar el vehículo frecuentemente son para prevenir la oxidación en la parte baja, mantener la pintura y evitar la corrosión durante el invierno, debido a la sal que se esparce en las carreteras. Es conveniente que, cada vez que laves el coche, también revises los radiadores para comprobar que no existan fugas.
Cambia el filtro del aire:
Al cambiar el filtro del aire estarás mejorando el funcionamiento y rendimiento de motor. Una buena opción es limpiar con un paño el interior del filtro ya que en esta zona se acumula el polvo, hojas e insectos. Al limpiar la zona evitas que la suciedad acabe en los cilindros, reduzca el rendimiento del motor y ahorres el gasto de aceite, un tarea sencilla con la que puedes ahorrarte cerca de 1.000 € en reparaciones.
Vigila las revoluciones y el frío:
Un consejo imprescindible para alargar la duración del coche y mejorar su mantenimiento es conducir en las revoluciones adecuadas. En invierno no subas de revolución si el vehículo todavía mantiene una temperatura baja, esta acción contribuye a un mayor desgastes de las zonas internas del motor.
¡Cuida tu coche y déjalo en las mejores manos!