Este proceso por el cual deben pasar la mayoría de vehículos, se divide en tres fases diferenciadas:
FASE 1 Centros Autorizados de Tratamiento (CAT)
Cuando un vehículo llega al finalde su vida útil en España, este pasa a ser un Vehículo Fuera de Uso (VFU). En este momento su propietario tiene el deber de darlo de baja a través de un Centro Autorizado de Tratamiento (CAT), tal como recoge el Real Decreto 1383/2002, de 20 de diciembre, sobre gestión de vehículos al final de su vida útil. Los CAT son las únicas instalaciones que pueden recibirvehículos al final de su vida útil, emitir el certificado de destrucción y tramitar la baja administrativa de los mismos del Registro de Vehículos de la Dirección General de Tráfico (DGT).
El tratamiento del vehículo comienza en esta fase. Una vez que se han iniciado los trámitesexplicados anteriormente, el vehículo se somete a una descontaminación, se reciclan algunas partes y se reutilizan las piezas que estén en buen estado. Todo estos procesos se llevan a cabo en las instalaciones de los CAT, los cuales deben contar con distintas zonas cuyas características técnicas también están reguladas por decreto.
FASE 2 Instalaciones de Fragmentación
Después de ser descontaminados y desmontados por un CAT, los vehículos pasan a la siguiente etapa, es decir, pasan a las instalaciones de fragmentación donde primero se lleva a cabo la trituración de las distintas partes de los vehículos para luego separarlas por componentes, posibilitando la correcta recuperación de las mismas.
FASE 3 Instalaciones de Post-fragmentación
Las instalaciones de post-fragmentación son las menos conocidas de la cadena de tratamiento de los vehículos al final de su vida útil. La función de estas es la de procesar las fracciones generadas tras la fragmentación de los vehículos descontaminados y desmontados que las plantas fragmentadoras no son capaces de aprovechar. En estas instalaciones, a través de diversosprocesos de segregación (cribados, corrientes de inducción, mesas densimétricas, sistemas ópticos, medios densos, etc.) normalmente se obtienen: por un lado, los distintos metales no férricos (aluminio, cobre, etc.) que son enviados a plantas de siderurgia y, por otro, otras fracciones de materiales no metálicos que se reciclan o se valorizan energéticamente dependiendo de sus características.
Gracias a la implicación de los distintos agentes y al correcto funcionamiento del proceso en todas sus fases aproximadamente el 95% de un vehículo puede reciclarse. Todos estos materiales reciclados pasan de nuevo a la fabricación siderúrgica o para otros usos curiosos como son el asfaltado de carreteras o la fabricación de los suelos de los parques infantiles.